Es cómico. Alemania se consagró como campeón del mundo por cuarta vez en su historia y, mientras veía sus festejos por el centro de la ciudad, iba reconociendo varios de los lugares visitados y posteriormente relatados en esta bitácora. Asimismo, estando precisamente en Berlín, me compré la camiseta de Die Mannschaft (así se conoce a la selección alemana). Luego, durante el mundial, comencé a escribir sobre Berlín... Así que, no es que me crea cábala, pero si algun país (de los que clasifique a Rusia 2018) me financia el viaje un par de meses antes del próximo mundial, con gusto iré a visitarlos, me compraré su camiseta y escribiré mis relatos en esta bitácora.
En el final de la entrada anterior habíamos quedado, literalmente a punto de llegar a una isla. Si querés saber el por qué, entrá al siguiente link:
Estábamos en Mitte, el centro de la ciudad, caminando por Unter den Linden. Sobre este bulevar existen numerosos museos, bancos, restaurantes y sitios de interés. Asimismo, tal como indica su nombre en alemán, el bulevar está decorado con cientos de árboles de tilo, que hacen de este bulevar un paseo ineludible en Berlín.
Un poco antes de llegar a la isla de los museos, está el Deutsches Historisches Museum (Museo Histórico Aleman). Entramos al mismo únicamente a curiosear y vimos un lugar ciertamente grande y según recuerdo, un tanto lúgubre. Dado que nos quedaba poco tiempo en la ciudad y varios destinos por recorrer, decidimos no pagar el ticket de entrada y seguimos nuestro recorrido. Sin embargo, investigando un poco encuentro que es el museo de historia alemana en Berlín y cuyo edificio, paradójicamente, es el más antiguo de la avenida.
Sus colecciones cuentan con más de 2000 años de historia alemana, cubriendo desde la cultura (en distintas etapas de la historia), documentos, artesanías, arte y afiches, monedas, colecciones militares y demás. Incluso, el museo cuenta con un cine adentro. Parece ser muy completo y recomendable para aquellos amantes de la historia.
Dicho esto, cruzamos el Río Spree y llegamos a la Museumsinsel (o Isla de los Museos). Encontré una imagen interesante para comprender el hecho de tener una isla en el medio del centro de una ciudad:
Para ubicar al lector, veníamos caminando por Unter den Linden, de izquierda a derecha de la imagen. El Deutsches Historisches Museum es el edificio que en el mapa aparece como Zeughaus. Si bien no lo aclaré anteriormente, el Zeughaus fue un edificio construido a inicios del siglo 18 para ser usado como arsenal de artillería. Actualmente, este edificio es el que alberga al Museo Histórico Aleman.
El sector pintado en rojo en el mapa, corresponde casi exclusivamente a museos, salvo por alguna excepción, como la Berliner Dom (o catedral de Berlín). El predio donde están ubicados es bastante grande, con mucho verde en sus alrededores, con fuentes, jardines y estatuas como decoración. Los edificios que albergan a los museos son notoriamente antiguos y (aparentemente) se encuentran en buen estado de conservación (aunque no sería raro que hubieran sido reconstruidos luego de la Segunda Guerra). En cierta forma, algunos de los edificios me hicieron acordar (sin haber ido) al Partenón. Seguramente, no tengan nada que ver, hayan sido construidos con estilos diferentes y en épocas distintas, pero para mi son parecidos.
En la imagen anterior, apenas dos de los varios museos que se pueden visitar en la Museumsinsel. No voy a entrar en detalle, pero en la isla se pueden visitar: el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Galería Nacional Antigua, el Museo Bode, la Galería James Simon y el Museo de Pérgamo. Éste último fue el que visité y por ende, contaré un poco qué se puede ver en su interior.
El Pergamonmuseum (o Museo de Pérgamo) fue inaugurado en el año 1930 y conceptualmente es distinto a cualquier otro. En lugar de construir el edificio y luego acomodar las obras de arte en su interior, se hizo un proceso totalmente a la inversa: se llevaron las obras de arte y a su alrededor se construyó el edificio. Es por esto que en muchos sectores del museo, varias de las obras arquitectónicas que se presentan constituyen las paredes o columnas del museo. La construcción se divide en varias zonas, destinadas al Islam, a Roma, Grecia, Mesopotamia o Próximo Oriente (entre otras).
No quiero aburrir mucho con la descripción de un museo, así que dejaré varias imágenes sobre el mismo, esperando que sean del agrado del lector. En esta primera imagen el concepto de una obra colocada en un lugar y luego el edificio a su alrededor:
Esta siguiente imagen corresponde al Altar de Pérgamo. Este altar es un monumento religioso que fue construido alrededor del año 200 a.C. en la acrópolis (parte más alta) de Pérgamo. Esta ciudad actualmente no existe, pero en caso de existir, formaría parte de la actual Turquía. El altar fue trasladado y reconstruido en Berlín en el año 1886 a partir de un acuerdo entre Alemania y el Imperio Otomano. Al igual que en la foto anterior, las escaleras del altar sirven de comunicación entre dos partes del museo. Al subirlas, se accede a un sector totalmente distinto.
La siguiente imagen corresponde a la Puerta de Istar, una de las ocho grandes puertas de la muralla interior de Babilonia (actualmente Irak) y consagrada a la diosa de igual nombre. La puerta mide 14 metros de altura por 10 de ancho. Fue construida en el año 575 a.C. por Nabuconodosor II. Tal como puede verse en la imagen, la puerta está decorada con siluetas de distintos animales. Fue descubierta por expediciones alemanas de inicios del siglo XX y trasladada a Berlín, lugar donde fue reconstruida.
Nuevamente, si uno es amante de los museos y de la historia y planea quedarse varios días en Berlín, puede visitar todos estos museos sacando un pase libre con un descuento importante sobre el precio final.
Saliendo del museo, pero también ubicada en la isla, se encuentra la Berliner Dom (Catedral de Berlín), que es un templo de la Iglesia Evangélica en Alemania. Es un edificio imponente (mide 116 metros de alto), construido alrededor del año 1900 y concebido originalmente como un templo protestante que constrarrestara la influencia de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Bien, por hoy, he terminado. Si todo sale bien, la próxima hablará de Alexanderplatz, de la torre de TV y quizás del muro. Por lo que veo, restan aún como dos o tres entradas más de Berlín!
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