lunes, 14 de julio de 2014

Berlín, Alemania - Parte 4

Hay un dicho popular (o no) que establece que hay que conocer un lugar nuevo (por lo menos) una vez al año. Creo que con esto se conseguiría ser feliz en la vida. O algo así. En los últimos años, he intentado llevar esto a la práctica, intentando traer felicidad a mi vida. En caso de que la misma no venga, por lo menos viajo.

Si será cruel el destino que mientras buscaba en google, intentando dar con la frase original, la primera sugerencia del buscador refiere a 25 cosas que hay que conocer en New York. El destino me está queriendo decir algo (creo).

Pese a todo lo anterior, Berlín es la ciudad que nos convoca en este momento. En la última entrada, dije que escribiría acerca de: AlexanderPlatz, del Reichstag, de la Puerta de Brandeburgo, de Unter den Linden entre otras cosas. Creo que mentí, lo voy a dejar para más adelante. Si querés leer la entrada anterior de la ciudad, dale click a:



En entradas anteriores, relaté la ida al Tiergarten y a la Siegessäule (la columna de la victoria). La siguiente imagen ayuda a comprender mejor los recorridos, dado que muestra los principales puntos mencionados en relatos anteriores, así como en los próximos.



La Berliner Philharmonie, Potsdamer Platz, Brandenburger Tor y Siegessäule  son algunos de los puntos ya mencionados. Sobre la derecha de la imagen, se encuentra la Puerta de Brandeburgo. Siguiendo en orden los lugares visitados, digamos que comenzamos por el punto 3 de la imagen, siguiendo la línea roja en sentido antihorario hasta llegar al punto 2 (la columna de la victoria). Ahí habíamos quedado en la entrada anterior.

Continuamos caminando por Straße des 17. Juni (calle del 17 de junio) hacia la izquierda de la primera imagen. Apenas terminado el Tiergarten, se llega a Charlottenburger Tor (Puerta de Charlottenburg).



Charlottenburg fue una cuidad independiente, al oeste de Berlín y fundada a principios del siglo XVIII. Actualmente, está unida a la ciudad, siendo un barrio más de Berlín. La Puerta de Charlottenburg es homóloga a la de Brandeburgo. Tal como indica su nombre, este lugar servía de entrada a la ciudad. Originalmente, en lugar de una puerta, se había construido un puente de madera (que permitía cruzar el Canal Landwehr) junto a dos casas simétricas al costado de la calle, que servían para recolectar peajes e impuestos. Cuando los mismos fueron abolidos, se decidió reformar el lugar, construyendo la puerta que hoy en día existe. Durante la Batalla de Berlín en la Segunda Guerra Mundial, la puerta fue seriamente dañada (como gran parte de la ciudad) hasta que en el año 1970, fue restaurada (parcialmente).

Cruzando el canal mencionado antes (ya en Charlottenburg), se entra a un predio bastante grande, con múltiples edificios universitarios. Continuando la caminata, se arriba a Bikini Berlin, un centro comercial que según su propia descripción, es el primer shopping conceptual del mundo, con una cuidada colección de tiendas y boutiques compatibles. La verdad es que no entré al Mall, por lo cual, no tengo referencias sobre si es interesante o no.

El punto de Bikini Berlin es que se encuentra pegado a Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, o bien, la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, una iglesia evangélica luterana en recuerdo del emperador Guillermo. Coloquialmente, se la llama Gedächtniskirche (Iglesia del recuerdo). La particularidad de esta iglesia, es que fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial (se está volviendo frecuente esta última frase). La diferencia en este caso es que en lugar de haber sido reconstruida, se la ha mantenido en estado de ruinas como forma de memorial. Actualmente, está declarada como monumento protegido.

La siguiente imagen corresponde a la iglesia en el año 1900:



Este es el estado actual de la misma: 


Cuando estuve en la ciudad en abril de 2014, como tantas otras construcciones antiguas, la iglesia estaba en mantenimiento, por lo cual, no pudimos ingresar. Una verdadera lástima, dado que es, literalmente, un pedazo de historia metido en la ciudad. La zona donde está ubicada la iglesia es muy comercial y realmente vale la pena visitarla.

Una vez visitados todos estos lugares, optamos por volver al hotel (caminando). Parece mentira, pero todo el relato anterior y los lugares visitados los hicimos caminando, literalmente, kilómetros de calles en Berlín. 

Para finalizar esta entrada, voy a comentar dos cosas interesantes que conocí en Berlín. 

Juegos de mesa - Ya nos habían advertido que hay ciertos negocios donde las personas pueden comprar juegos de mesa, hasta ahí, es idéntico a cualquier parte del mundo. La diferencia es que por tres euros (precio de entrada, la persona puede quedarse el tiempo que quiera), se puede entrar y tener acceso a cualquiera de los juegos disponibles en el local. De hecho, hay determinados juegos que no pueden ser comprados, dado que están disponibles únicamente para aquellos que vayan a jugar allí. Aparentemente, la cultura del juego de mesa es mucho más frecuente que por estas tierras.

Vapiano - Lo catalogo como el mejor lugar en el que he comido. Así de simple. En Vapiano se come comida únicamente italiana, pero con un concepto distinto al que estaba acostumbrado. Ofrecen pizzas y pasta, así como entradas típicas y postres. Hay varios mostradores según lo que se quiera comer, las dos veces que fui, me paré en el mostrador de pastas, en una cola de varias personas. Cuando fue mi turno, en lugar de un cajero me encontré con un cocinero que esperaba que le indicara mi menú. Una vez que decidí atacar unos Spaguetti alla Carbonara, el cocinero comenzó a preparar mi plato, detrás del mostrador y adelante mío. Mientras tanto, otro cocinero preparaba le bruschette (unos pancitos tostados, condimentados con aceite, vinagre, sal y en este caso, tomate cortado chiquito), que se usan frecuentemente como aperitivo en la cocina italiana. 



Todo estaba realmente exquisito, el decorado del local era excelente y el precio de la comida, barato. En pocas palabras, el mejor descubrimiento gastronómico que he hecho. Investigando un poco y como llamado a la solidaridad, Vapiano estaría interesado en expandirse a Uruguay (entre otros países) y estiman el costo de apertura de un local en el entorno de 1.5 o 2 millones de euros, por lo cual, inversor amigo, ponga sus billetes allí, prometo mi presencia frecuente en su local.

Hasta aquí hemos llegado, espero te haya resultado entretenida esta entrada!

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