viernes, 29 de marzo de 2013

Boston - Parte 2

Es raro. Casi todas las ciudades en las que he estado, me han dejado una gran impresión y la gran mayoría de ellas, las ganas de volver. Sin embargo, esa sensación (no se por qué) Boston no me la dejó. Lo gracioso, es que pensando en retrospectiva, el día y pico que paseamos por la ciudad (además de ser bastante intenso) fue muy disfrutable. Supongo que puede llegar a deberse por cuatro motivos, a saber: 

1) El paseo duró realmente poco, estuvimos un día completo y dos noches, con lo cual, uno no se acostumbra al lugar cuando ya se tiene que ir. Esa podría ser una de las explicaciones.
2) Era la ciudad inmediatamente anterior a la ida a New York, con lo cual, quizás con cualquier otra ciudad me hubiese pasado lo mismo y no la habría disfrutado lo suficiente.
3) La noche anterior a irnos, pagamos una cena de arriba de 200 dólares. Más adelante, detalles.
4) Todas las anteriores.

Ahora me doy cuenta que volvería a Boston y le daría una segunda oportunidad, aunque estaría al menos tres días, de forma de "conocerla" un poquito más.

Si estás por acá, te recomendaría que leas mi entrada anterior de Boston. La encontrás en el siguiente enlace:



Ya habíamos recorrido el MIT lo suficiente. Ya habíamos recorrido (un poco) el campus y entrado a alguno de sus edificios. Ya habíamos comprado algún que otro recuerdo para que sirviera de testigo a futuras generaciones (?). Ya habíamos sacado algunas fotos (incluído el iglú que comenté en la entrada anterior). Era hora de partir.

Estaba en nuestros planes conocer el museo de ciencia de la ciudad. No recuerdo si nos habían recomendado que lo visitáramos, o si fue producto de nuestra minuciosa investigación, lo cierto es que hacia allí partimos. Sin embargo, optamos por pasar antes por el "Old City Hall" de la ciudad. Es un edificio que por el tipo de construcción, parece ser bastante antiguo y lujoso. No entramos al mismo, aunque aprovechamos para sacarnos una foto con una escultura de un burro que había afuera. No tengo ni idea cuál era el significado de la misma, pero bueno, allí estaba, algo tendría que representar imagino. La siguiente foto es bastante fiel al escenario con el que nos encontramos, salvo que el burro que nosotros vimos, no tenía la capa de nieve que tiene este.




Pese a eso, imagino que estaría recién quitada, porque como comenté varias veces ya, había muchísima nieve en la ciudad ese invierno.

Un par de cuadras después del "Old City Hall", atravesamos una plaza. No tengo idea su nombre o si era importante o no. El lector se preguntará entonces por qué comento esto. Por lo siguiente: la plaza tenía (al igual que muchos lugares en USA) wifi gratis, con lo cual, enfermitos nosotros, anduvimos a paso lento por la misma captando algo de señal y actualizando nuestras redes sociales, leyendo mails y todo eso que se hace en internet. Un grupo de palomas (realmente grande) andaba todo junto por la plaza, como si hubiera alguien que las estuviera alimentando. Sin medir riesgo pasamos junto a la "manada" de plumíferos, que para sorpresa nuestra, comenzaron a seguirnos desafiantes. En fin, fue medio bizarro apurar el paso porque un grupo de palomas te persigue, pero bueno, eran muchas y tenían aspecto de malas.

Antes de llegar al museo, pasamos por el Boston Harbor. Básicamente es un puerto, donde había un par de barcos amarrados. Por lo que leí, es un puerto natural y se puede apreciar una vista muy linda desde allí, creo que incluso la nieve le daba un encanto medio especial. Pero no voy a entrar en demasiado detalle dado que no estuvimos mucho rato, pero es recomendable para visitar en caso de estar varios días por la ciudad.

Finalmente, y luego de toda la redacción previa, llegamos al museo de ciencia de Boston. Como todo museo que pude visitar en los Estados Unidos, era realmente grande e interesante, necesitando un día para poder apreciarlo en su totalidad. Tiene muchas secciones, cada una dedicada a una parte o sector de la ciencia. En particular, me resultó muy interesante una exposición de fauna, en la que mostraban réplicas de animales ya extintos o a punto de extinguirse. En algunas vidrieras, también mostraban algunos de diferentes especies, pero que sin embargo tenían un pasado común del cual habían evolucionado de una forma distinta. En otro sector del museo, había alguno de las creaciones más famosas de los más grandes inventores de la historia. La siguiente foto por ejemplo, muestra la bomba de agua diseñada por Leonardo Da Vinci:



Continuamos caminando por el museo, hasta encontrarnos con un área exclusivamente dedicada a la historia del ferrocarril y del tren, mostrando cómo han ido evolucionando a lo largo de los años, desde los primeros esbozos y maquetas de los mismos, quizás pertenecientes a los 1800s, hasta réplicas de la diversa maquinaria que se ha ido utilizando, mostrando cómo la evolución tecnológica afectó al tren.

Otro sector muy interesante es el de simulación de eventos climatológicos. Había una máquina en la que se recreaba un tornado (a escala súper reducida) y su movimiento. Si no recuerdo mal, había un sector en el que se podía entrar a una habitación y ver los efectos de un terremoto, según su escala, desde los más imperceptibles hasta aquellos más dañinos. Debido al tiempo que ha pasado, no me acuerdo muy bien dónde estaba, pero había una bola de plasma. Para los no entendidos, son esas bolas en las que uno apoya las manos encima y toda la corriente que circula adentro se dirige (dentro de la bola) hacia el lugar donde apoyamos nuestra mano.

En nuestra recorrida, llegamos a un sector de viajes espaciales. Entre otras cosas, te podías encontrar con uno de esos carritos que envía la NASA en las misiones espaciales a explorar otros planetas. En este caso, habían hecho una réplica del suelo de la Luna y el carrito se movía en el mismo, esquivando obstáculos. De hecho, creo que también podías comandarlo con un control. Había también una cápsula espacial, donde uno podía ingresar y ver desde adentro.

Take a closer look, es un sector donde se utiliza tecnología para que podamos ampliar nuestros sentidos. Para esto, se utilizan cámaras infrarrojas, detectores de calor, microscopios que amplian imágenes para poder ver cosas que a simple vista no podríamos. Es muy interesante y recomendable.

Finalmente, llegamos a la parte de matemáticas. El hecho de haber estudiado una carrera con una fuerte dosis de cálculo, álgebra, lógica y materias afines, nos permitió conocer algunas de las cosas que se mostraban. Había un mural con una línea de tiempo, mostrando las grandes contribuciones hechas a la matemática a lo largo de la historia. En el área de probabilidad, estaba representada de forma muy entendible la campana de Gauss. Un hecho muy destacable, era que se habían preocupado de mostrar cómo influye la matemática en fenómenos naturales.

En el siguiente link, se pueden encontrar con las exhibiciones del museo de ciencia de Boston:



Finalmente, lo último que voy a decir del Museo de Ciencia y espero haberlo reflejado en todo lo que conté anteriormente, es que fue pensado para que sus visitantes puedan interactuar con muchísimas de las cosas que se exponen, lo cual lo hace muy atractivo y altamente recomendable en caso de visitar la ciudad.

Había pensado hacer únicamente dos entradas de Boston, pero bueno, ésta se extendió más de lo previsto, por lo cual, la siguiente será la tercera y última parte de esta ciudad. En la misma, hablaré de Harvard, de la cena más cara de la historia y alguna que otra cosa más.

lunes, 18 de marzo de 2013

Boston - Parte 1

En la entrada anterior, había culminado el racconto de mis travesías por New York. Sobre el final, mencioné que mi próxima entrada seguramente contaría cosas buenas para hacer tanto en Chicago como en NYC. Beh, me arrepentí. En algún momento lo voy a hacer, pero desde hace varios días, vengo inspirado y con ganas de escribir sobre la ciudad de Boston. Pero es raro, porque si bien pasamos dos días en la ciudad y tengo pila de recuerdos de la misma, mi mente no logra seguir una línea temporal de las cosas y estoy seguro de que ya me he olvidado de bastante. Como siempre, voy a intentar contar las cosas utilizando como recordatorio mis propias fotos.

En post anteriores, he hablado de Chicago y New York City. Si te interesa leer mis experiencias en ambas ciudades, pasá por acá:



Era Enero de 2011. Quizás para la mayoría de las personas, esa fecha no aporta demasiado al relato. Sin embargo, nuestro viaje se vio afectado seriamente por suceder en esta época del año. A mediados del mes de Enero de 2011, se produjo una de las peores tormentas de nieve en el norte y noreste de los Estados Unidos. Como consecuencia de lo anterior, muchos vuelos se reprogramaron y varios otros se cancelaron hasta nuevo aviso. Nosotros en ese momento, nos encontrábamos en Kansas City, en el estado de Missouri, siendo Boston nuestro próximo destino. Sufrimos cuatro cancelaciones o postergaciones de vuelos por esta tormenta amiga. Además, lo que más nos enojaba, era que ya de por sí íbamos a estar muy pocos días en la ciudad de Boston, por lo cual, un día menos en la misma, significaba perder un gran porcentaje de lugares para conocer. Decidimos ir al aeropuerto y pedir una solución; la alternativa que nos consiguieron fue hacer escala en Dallas en lugar de Chicago, dado que el mismo estaba cerrado. No dudamos y aceptamos la propuesta. Del aeropuerto de Dallas no tengo demasiado para decir, salvo que es grande (demasiado) y que tiene un sistema de trenes que permite desplazarse entre las terminales del mismo. Dejo un link:


Como podrán leer en el link anterior, está totalmente automatizado, siendo el sistema de trenes de aeropuerto más grande del mundo. Como detalle adicional, pasa cada dos minutos y alcanza los 56 km/h.

Dicho lo anterior, pasemos a lo que realmente motiva este relato: Boston. Lo primero que vimos en la ciudad fue nieve. Mucha. Nieve a niveles escandalosos. Habíamos convivido con nieve tanto en Chicago como en Kansas City. Incluso en esta última hicimos un snowman al calor del pleno invierno. Sin embargo, mi experiencia es que Boston en invierno es escandalosamente nevado. Apenas llegamos, tomamos un taxi desde el aeropuerto hasta llegar al apartamento donde nos alojaríamos. Era tanta la nieve, que cuando el taxi se detuvo, notamos que había un auto estacionado enfrente a nosotros, que tenía dos montañas de nieve, tanto adelante como atrás. Nieve que habían retirado para poder sacarlo. Nieve que, acumulada, era más alta que el propio auto. Pero no era de esa nieve blanca de los cuentos de hadas o de ese color infinitamente blanco de los paisajes nevados del Central Park. Toda la nieve que vimos en Boston era nieve sucia, marrón, nieve transitada por autos y acumulada contra las veredas para facilitar el paso. Una de las pocas ventajas, es que pese al clima nevado y a la poca temperatura, no se sentía demasiado frío.

Al llegar al apartamento, nos esperaba una rica muzzarella y un PS3 (sí, ríanse, pero en Enero/2011, un PS3 estaba recién saliendo!). Creo que esa primera noche no hicimos demasiadas cosas. Habíamos llegado bastante tarde y no daba para salir a explorar la ciudad a las 3 am, sabiendo que te vas a quedar únicamente un día más.

Se hizo el día, el único que pasaríamos en Boston. Sinceramente, me arrepiento de haber pasado un único día allí, aunque la idea original (maldita tormenta!) era estar dos días y medio (o algo así). Debido a que los dueños de casa tenían que salir a trabajar, aprovechamos para levantarnos temprano. Si no recuerdo mal, bastante temprano de hecho. Demasiado temprano si uno piensa que está de vacaciones, algo así como 6 am (o capaz que fue a las 9 y tengo muy mala memoria!). Recuerdo que una de las personas que nos alojaba, iba siguiendo mediante su smartphone el recorrido del ómnibus y no salimos del apartamento hasta tanto no estuviera lo suficientemente cerca. Lo único rescatable del trayecto en bus fue que en ese momento, terminé de darme cuenta que había demasiada nieve y que era marrón.

Nos bajamos en una zona que era cercana al MIT. Quizás no muchos conozcan qué es este instituto. No voy a darles el pescado, voy a enseñarles a pescar. Acá va un link:



En un breve resumen, es el mejor instituto de ingeniería del mundo. En facultad, muchos de los materiales de estudio recomendados, o bien, que se obtienen al googlear, proceden del MIT. Eso evidentemente, genera a cualquier estudiante de ingeniería en una relación de amor-odio hacia el MIT. De todas maneras, si hay algún motivo por el cual este instituto puede ser conocido en Uruguay, es por el Plan Ceibal. En un breve resumen, este plan es una extensión de OLPC (One Laptop Per Child), idea propuesta por Nicholas Negroponte, fundador del MIT Media Lab. Para más información:



En fin, paseamos un buen rato por los nevados terrenos del MIT, por supuesto, con un café bien cargado de Starbucks y con la cámara de fotos en mano. Además, entramos en la tienda del instituto, donde se pueden adquirir desde el clásico material de estudio, hasta distintivos del MIT, como remeras, buzos, gorros, tazas, jarras, banderas; no sé, lo que se te ocurra. Dejo una imagen de una camiseta que se puede comprar en ese lugar:


Nos divertimos un rato y luego partimos. Algo que nos pareció bastante interesante, es que en los terrenos nevados del colegio, alguien (algún estudiante quizás) aprovechó para hacer un iglú y diversas esculturas muy simpáticas con la nieve (esta nieve sí era blanca).

Por hoy no voy a escribir más. Mi idea es hacer una entrada más acerca de Boston. Al fin de cuentas, estuvimos un día y dos noches allí, no hay demasiada cosa por contar. En la próxima entrada, debería hablar de nuestro paseo por el Museo de Ciencia, por los terrenos de la Universidad de Harvard y finalmente, de la cena más cara que en mi vida degusté. Finalmente, hablé bastante de la nieve pero casi no puse imágenes, así que dejo alguna de yapa cuando andábamos cerca del MIT.


Podrán apreciar que la nieve es bastante blanca y no en las cantidades que puse más arriba, pero créanme, había mucha más.

Si llegaste hasta acá, gracias! :D