Antes de leer esta parte, te comunico que es la continuación de otras dos. Este es el link a la parte 2 de Chicago:
http://mathiasonthetrip.blogspot.com/2012/06/chicago-windy-city-parte-2.html
A partir del día siguiente, fue cuando realmente nos empezamos a mover por la ciudad. Si bien en el día 1 de nuestra estadía en Chicago nos dedicamos a conocer, y caminamos bastante, a partir del segundo día comenzamos a utilizar el metro.
Acá viene mi primer consejo: Si van a una ciudad grande, por varios días, averigüen si no existen tickets semanales para el metro, o cosas similares. Nosotros sacamos un ticket válido por una semana (o cinco días, no recuerdo) y lo utilizamos para todos los viajes que necesitamos hacer, sin pagar un dólar de más. Es independiente de la cantidad de veces que subas o trasbordos que hagas.
Volvamos al viaje. El segundo día fuimos a la Sears Tower (o Willis Tower). Es muy similar a lo que habíamos hecho la noche anterior, salvo que esta vez subimos al piso 103. Algo que tiene, bastante interesante, es que el ascensor utilizado para subir tiene una pantalla tipo LCD donde te indica el piso actual y va comparando la altura en la que estás, con edificios igual de altos. Ponele, cuando llegás al piso 100, te dice que estás a la misma altura que el techo del Empire State. En el piso 103 hay una panorámica gigante de toda la ciudad. Como era de día, pudimos apreciar mucho de la ciudad, en toda su extensión. Es realmente recomendable. Como yapa, el edificio tiene salientes en ese piso, con el objetivo de que te saques fotos y parezca que estás suspendido en el aire. Algo así:
Casi todos los edificios o lugares recreativos tienen en su interior amplios espacios de compras, donde te podés llevar desde un simple llavero, hasta réplicas (en este caso del edificio) de 60 o 70 cms. Lo loco, es que para salir del edificio si o si necesitabas pasar por ese lugar, no ofrecían otra salida. Es como cuando llegás al aeropuerto después del viaje y quieras evitar pasar por el Free Shop. No podés!
Continuamos la recorrida por el Field Museum. Tiene muchos esqueletos de dinosaurios, incluso, la reconstrucción más grande (más completa y mejor preservada) del mundo de un
Tyrannosaurus Rex. Por momentos me hizo acordar a la película "Una noche en el museo", sobretodo por la disposición de los elementos a la entrada del edificio. Pero no tiene únicamente esqueletos, también incluye reconstrucciones de cómo se verían algunos animales prehistóricos en su hábitat natural, así como referencias a la cultura indígena, nativa de las tierras estadounidenses. Como en gran parte de los museos visitados, incluye ciertas peceras con animales marinos, aunque eran los menos. También había referencias a algunos elementos silvestres, pero no me acuerdo mucho, así que no voy a entrar en detalle. Lo cierto es que estuvimos algunas horas adentro del museo, y cuando salimos, nuevamente era de tardecita y el sol ya se estaba ocultando. Era complicado acostumbrarse al horario!
Lo último es la referencia a Subway. Si bien ahora están abriendo algunos locales más en Montevideo, y ni que hablar que conocía de su existencia, fue en Chicago donde por primera vez comí en ese lugar. Cuando estás en el exterior, no tenés ganas, ni tiempo ni lugar donde cocinar, Subway rinde como loco. Comés bien, sano, barato y las bebidas tienen refill gratis. Fue uno de los lugares a los que más fuimos a comer.
Terminé por hoy!
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