jueves, 14 de julio de 2016

Andalucía, España - Parte 7

No habíamos llegado a Málaga cuando ya nos estábamos yendo, apenas unas horas en la ciudad como para conocer su encanto y anotarla como lugar a volver. El próximo destino de paso era Torremolinos, un municipio a unos 20 minutos de distancia. Pero antes, dejo a mano la entrada anterior.


Torremolinos es una pequeña ciudad ubicada en la Costa del Sol, a menos de 20 kms de Málaga y cuenta con aproximadamente 70 mil habitantes. Las edificaciones son las típicas de un balneario mediterráneo, con construcciones bajas y colores claros. Cuenta con un muy bonito paseo a lo largo de su costa, con múltiples lugares para hacer compras o detenerse a comer.


Al llegar a Torremolinos el clima era terrible, repleto de nubes y una tormenta aproximándose. Decidimos recorrer un poco la Calle de la Carihuela y posteriormente, elegimos un lugar pintoresco para comer. Afortunadamente para nosotros, el clima había mejorado sustancialmente.


Luego de comer un pescado típico y tomar alguna bebida típica, rumbeamos hacia Marbella. Sin embargo, antes de seguir, conocimos a unos hombres de profesión espeteros. Para los malpensados, espetero es un oficio típico de la costa y que consiste en espetar, o mejor dicho, ensartar pescado (generalmente sardinas) en cañas y ponerlas a asar a las brasas sobre arena de playa.


Luego de conversar un rato con los asadores, continuamos la marcha.

A 45 kilómetros de los espeteros nos encontramos con la famosa Marbella. Pese a su fama y glamour adjudicado, no me pareció nada del otro mundo. Si bien es cierto que tiene una costa fantástica y un casco antiguo muy lindo y cuidado, no le encontré todos los encantos prometidos.


Al igual que en las ciudades anteriores, predominan los blancos y colores crema (o pastel?) en las construcciones, así como pequeños balcones y plantas con flores. Hicimos una corta caminata por las arenas de Marbella, posteriormente un breve chapuzón en sus aguas y finalmente, volvimos a partir. Esta fue la última ciudad perteneciente a la Costa del Sol, desde ese momento y hasta el fin del viaje iríamos hacia el norte.

Andalucía es increíble, tiene tantos lugares a los que ir, tantas cosas distintas para ver que este blog quedaría chico para relatarla en su justa medida. En nuestro caso, luego de visitar La Alhambra en Granada, nos encontramos manejando por una autopista repleta de molinos de viento. Pasamos por las Cuevas de Nerja y visitamos varias ciudades de la Costa del Sol. En el momento de dirigirnos hacia el norte, nos encontramos recorriendo una ruta que en ese tramo alcanza los 1000 msnm y que ofrece estos paisajes:


Íbamos camino a Ronda, una ciudad poco conocida por estos lares pero que sin embargo es realmente muy visitada por sus monumentos, bellezas naturales y claro está, su cercanía con la Costa del Sol. Al igual que con las anteriores ciudades, estaríamos apenas unas horas, lo suficiente para tomar algunas fotos y comprar algunos recuerdos.


Ese puente probablemente sea el responsable del 90% del turismo en la ciudad. Denominado Puente Nuevo, fue construido a fines del siglo XVIII y permite salvar el Tajo de Ronda, una garganta de 100 metros de profundidad generada por el río Guadalevín y que separa las partes histórica y moderna de la ciudad. Muchos de los recuerdos y souvenirs que ofrece la ciudad están relacionados con el Puente Nuevo que, a decir verdad, ofrece unos paisajes pocas veces vistos.

Y como quien no quiere la cosa, el destino nos encontró en una plaza de la ciudad aprovechando WiFi gratis para reservar nuestro hotel en Sevilla, ciudad que relataré en mi próxima entrada.

domingo, 10 de julio de 2016

Andalucía, España - Parte 6

Estaba atardeciendo en el sur de España mientras nosotros nos trasladábamos por las costas del Mar Mediterráneo, para ser más preciso, por las costas del Mar de Alborán. Nuestro próximo destino, al menos por unas horas, sería Málaga. Tal como he dicho en entradas anteriores, este viaje por España incluiría la visita a múltiples ciudades por apenas unas horas, por lo cual, los relatos serán bastante breves y con poco contenido por ciudad. Para el que quiera repasar las Cuevas de Nerja, le facilito un link:


Para aportar un poco de cultura, Málaga es una de las ciudades más pobladas de España y pertenece a la comunidad autónoma de Andalucía, encontrándose situada al oeste de Mar Mediterráneo.

Llegamos a Málaga en las primeras horas de la noche y como siempre, sufrimos bastante para encontrar un lugar libre de estacionamiento. Quizás haya sido ese uno de los mayores inconvenientes que vivimos en España, encontrar un lugar libre para estacionar. 

Luego de instalarnos en el hotel y averiguar qué lugares podíamos visitar en las pocas horas que estuviéramos allí, salimos a recorrer Málaga. Comenzamos caminando por la Alameda Principal rumbo al Centro Histórico. Si bien pasamos apenas unas cuantas horas en la ciudad, me llevé una muy buena impresión de la misma. Calles amplias e iluminadas, todo muy cuidado y prolijo. Ciertas partes de la ciudad me resultaron bastante parecidas a Londres incluso, aunque creo que es opinión personal y no son tan similares :)

Finalmente, llegamos a la Calle Marqués de Larios, una de las principales del Centro Histórico de Málaga. Desde el año 2002 se encuentra peatonalizada y a nivel comercial, es una de las calles más caras de España. La mencionada peatonalización estuvo enmarcada en una serie de iniciativas del gobierno local para revitalizar una zona que presentaba altos niveles de inseguridad y abandono. La Calle Larios está repleta de locales comerciales de las marcas más reconocidas a nivel mundial, siendo permanentemente visitada por turistas. 


Personalmente, me gustó mucho cuán cuidada estaba la zona, las luminarias, los adornos en las casas, era como si nada desentonara. Luego de recorrerla durante un buen rato, optamos por detenernos a cenar (seguramente algo con jamón crudo) para recargar energías.

Algo bastante habitual por esa zona es que los locales bailables tienen promotores por las calles ofreciendo descuentos o tragos gratis para quienes quisieran entrar allí. Luego de aceptar una primera oferta y encontrarnos con una disco vacía, recorrimos un poco más, pasamos por un lugar repleto de bares y personas y entramos en un local bastante concurrido donde permanecimos algunas horas.

El día siguiente amaneció temprano, quizás demasiado para las pocas horas dormidas. El paseo matinal era el Castillo de Gibralfaro, una fortaleza con siglos de historia y desde la cual se obtienen preciosas vistas de la ciudad (inclusive en días claros se llega a ver África!). 


Asimismo, cuenta con una exposición de la vida militar en el castillo a lo largo de la historia, incluyendo vestimenta, armas y demás enseres. 


Luego de comprar algunos productos gastronómicos típicos en la salida del castillo, continuamos nuestra ruta hacia Torremolinos, del que hablaré en la próxima entrada.

martes, 8 de diciembre de 2015

Andalucía, España - Parte 5

Habíamos terminado la visita a La Alhambra y con esto, nuestra visita a Granada. El viaje venía siendo tal lo previsto, muchísimas cosas para ver en muy poco tiempo! Era media tarde del segundo día y ya nos dirigíamos a la cuarta ciudad: Nerja. Te dejo a mano la entrada anterior por si te la perdiste:


Luego de una hora y poco de ruta, estábamos llegando a Nerja, una (al menos para mí) desconocida ciudad al sur de España. Para ser sincero, el objetivo en ese entonces era llegar a Málaga. Sin embargo, al planificar el viaje nos encontramos con Nerja, una ciudad conocida por tener imágenes de arte rupestre más antiguas de la historia.

Pero vayamos en orden. Llegamos unas horas antes de la puesta de sol a Nerja, una pequeña ciudad a orillas del Mar Mediterráneo. Es una ciudad muy chica, apenas un poco más de 20 mil habitantes. Como opinión personal, me pareció similar (aunque en menor escala) a Málaga o Marbella. Una ciudad chica, prolija, con muchas casas y construcciones típicas de un balneario.


Por supuesto, luego de una zambullida en las aguas del Mediterráneo, nos dirigimos a la famosa Cueva de Nerja, que como decía antes, es popular por contar con pinturas rupestres de las más antiguas que se conocen. Dado que las visitas a la cueva son guiadas, aprovechamos para matar el tiempo (y el hambre) con un sandwich de jamón crudo. Sí, todos los días comimos jamón crudo :)

Llegó nuestro turno y entramos al enorme lugar. Es sorprendentemente grande, lleno de estalactitas y estalagmitas y de columnas que supuestamente son la conjunción de las dos anteriores. Incluso, estas formaciones naturales siguen generándose, por lo que, potencialmente, en decenas de miles de años podrían llegar a ser muy distintas a lo que vemos hoy.


La Cueva de Nerja es inmensamente grande. Cada media hora parte un grupo guiado a hacer una recorrida. Además de su tamaño, son famosas por contar con pinturas rupestres de focas, datadas de hace 42 mil años, consideradas como las más antiguas de la humanidad. Existe un sistema de escaleras y caminos que facilitan el recorrido, así como luminaria especial que permite visualizar los detalles y puntos importantes del lugar.


Para finalizar con la cueva, vale resaltar que fueron descubiertas recientemente (el siglo pasado) e incluso existen determinados puntos que aún no han sido habilitados para el público. Realmente vale la pena visitar el lugar.

Una vez que salimos al aire libre, nos encontramos con un magnífico atardecer, que nos acompañó en nuestra recorrida a Málaga, ciudad que brevemente relataré en mi próxima entrada.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Andalucía, España - Parte 4

La presente entrada es la cuarta respecto a mis vivencias por España y la número 51 desde que arranqué este blog en junio de 2012. En las entradas anteriores, relaté mis experiencias por Toledo y Consuegra, siendo Granada el tercer destino a visitar. Para refrescar la memoria:


La Alhambra es algo grande, tanto que se me hace muy difícil de describir. Tiene tantos lugares para visitar y recorrer que resumirlo en una entrada de blog sería poco más que atrevido. Me embarco en tal empresa intentando no defraudar :)

Como decía en la entrada anterior, hablar de la Alhambra es hablar del monumento más visitado en España. Está formada por palacios, jardines y una fortaleza dentro de la ciudad de Granada, que servían como alojamiento al monarca y a la corte del Reino Nazarí de Granada (estado musulmán que existió en la Edad Media). Asimismo, se encuentra estratégicamente ubicada en uno de los puntos más altos de la ciudad, sobre la colina de la Sabika.


La Alcazaba era la zona militar de la Alhambra. Desde allí se vigilaba el recinto y por ende, fue de las primeras edificaciones que se hicieron. La Alcazaba está compuesta por murallas, torres de defensa y adarves (pasillos en donde los centinelas hacían sus guardias).


Los Palacios Nazaríes en cambio, eran la sede administrativa del recinto, siendo el lugar de retiro y disfrute privado. Están compuestos por salas, palacios, patios, torres, salones... en fin, una construcción tan grande como impensable hoy en día. Las habitaciones, según su fecha de construcción y posteriores modificaciones, tienen decoraciones compuestas por columnas y piezas de origen nazarí e intervenciones cristianas. Las aberturas, tanto ventanas como puertas, remiten inmediatamente a construcciones de origen musulmán. Incluso muchas de las paredes cuentan con inscripciones y alabanzas a Dios, así como fragmentos del Corán.


Uno de los aspectos muy visibles dentro de toda la construcción es la presencia del agua. Existen varios jardines y patios donde el agua es el elemento fundamental. El Patio de los Arrayanes o el Palacio de los Leones son vivos ejemplos de lo anterior. En este último caso, desde la fuente de los leones situada en el patio, se distribuye el agua hacia todo el palacio.


Existen también distintas salas que oficiaban como dormitorios, salones de fiestas o mirador. Al igual que todo el complejo, cuentan con decoraciones asombrosas. Muchas de ellas cuentan incluso con bóvedas de un nivel de detalle fantástico, así como paredes, techos y suelos de esos que hoy no se construyen más.

Dentro de los Palacios Nazaríes existen otros aposentos que servían como alojamiento para el emperador y otros para los criados, así como diversos paseos, jardines y construcciones de las que no entraré en detalle.

Finalmente, el Generalife eran jardines utilizados por los reyes musulmanes como lugar de descanso.


No voy a aburrir más con la Alhambra. Lo único que tengo para decirle al lector es que si en algún momento pasa cerca de Granada, no dude en pasar por este histórico lugar.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Andalucía, España - Parte 3

No había terminado el primer día en España y los viajeros ya habían pasado por Toledo (con sus estrechas calles), por Consuegra (con sus grandes molinos) y ya estaban camino a la tercera ciudad: Granada, con la idea de visitar La Alhambra, una de las más famosas atracciones del país.

Si querés refrescar la memoria, podés acceder a la entrada anterior desde aquí:


Al igual que con Castilla-La Mancha, voy a comenzar dando un poco de información acerca de la comunidad autónoma. Andalucía, que tiene estatus de nacionalidad histórica, está compuesta (entre otras) por las provincias de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. Es la comunidad autónoma más poblada de España (casi 8.5 millones de habitantes) y la segunda más extensa. El nombre de la comunidad, Andalucía, proviene del árabe al-Ándalus, forma en la que eran denominados los territorios de la península ibérica bajo gobierno islámico entre los años 711 y 1492.


Llegamos a Granada a última hora al Hotel Alixares, a unas pocas cuadras de La Alhambra y el Generalife. Apenas llegados, decidimos salir a recorrer la ciudad. Hacía un frío bastante jorobado. Caminamos por el Paseo de la Sabica rumbo al centro. Al llegar a la Calle Reyes Católicos, me encontré caminando en una ciudad en cierta forma, parecida a lo que había visto en Londres, aunque sin tanto esplendor. De todas formas, me pareció una ciudad realmente espaciosa, organizada y limpia. Al igual que con las restantes ciudades de España, quedé encantado con Granada.

La Calle Navas es una de las características para salir a tapear por Granada. Cuenta con decenas de bares y pubs, ideales para comer unas tapas, jamón ibérico y tomarse unas cervezas.


Encontramos un bar donde por unos pocos euros cumplimos todos los requisitos anteriores, hasta que por fin decidimos detenernos a cenar y descansar un poco luego de la cansadora jornada. A fin de cuentas, ese mismo día habíamos llegado a España! Luego de la cena, caminamos unas cuadras más, recorrimos un poco la ciudad y volvimos a reponer energías.

Al otro día amanecimos temprano. Luego de un contundente desayuno, salimos rumbo a La Alhambra. No voy a describir nuestra visita en esta entrada (sería enorme de lo contrario) sino que voy a dar algunos detalles y contar cosas que me resultaron interesantes. En el año 2011, se convirtió en el monumento más visitado en España, con arriba de 2.3 millones de presencias. 


Para el que jamás haya sentido hablar de La Alhambra, está formada por un conjunto de palacios, jardines y fortalezas que, hace cientos de años, servían como alojamiento al monarca y a la corte del Reino Nazarí de Granada. Como ya hemos visto en esta y otras entradas, el nombre procede del árabe al-Qal'a al-hamra que significa fortaleza roja.

Voy a dejar por acá. Como decía anteriormente, la entrada próxima estará dedicada, espero exclusivamente a la visita a La Alhambra.

martes, 25 de agosto de 2015

Castilla-La Mancha, España - Parte 2

Luego de varias horas de vuelo, una hora de auto hasta llegar a Toledo y unas cuantas otras caminando por la ciudad, los viajeros acusaban cierto cansancio y ganas de encontrarse de lleno con una parte importante de la cultura ibérica: su cocina. Pero antes de hablar de comida, dejo un link a la entrada anterior:


No éramos muy exigentes. El requisito que tenía que cumplir el lugar donde nos detuviéramos a comer era bien simple: tener jamón ibérico. Sin embargo, a medida que íbamos caminando y decidiendo, nos dimos cuenta de algo bien básico: la gran mayoría de los restaurantes ofrecían el ansiado jamón, por lo cual nos despreocupamos e intentamos entrar al lugar que nos pareciera más tradicional, más típico de España. Minutos después estábamos calmando nuestras ganas con varias fetas de jamón y una Amstel, cerveza típica españo... holandesa.

Ligado al punto anterior, me interesa detenerme un poco en el jamón ibérico. Al igual que con cualquier otro producto, existen distintas calidades y productores de jamón, pero nunca se nos había ocurrido indagar entre las distintas opciones. Pese a esto, apenas llegamos a España nos quedó algo claro, dicho por los propios españoles, la mejor opción era el Jamón Ibérico de Bellota.


En este caso, los animales son criados en predios con determinadas características (en dehesa), alimentados en base a hierbas y cereales y durante tres o cuatro meses, con bellotas y pastos hasta alcanzar su peso óptimo. Las restantes clasificaciones de jamones implican la crianza en otros predios o bien, una distinta alimentación.

Basta de hablar de comidas. Continuamos caminando la ciudad y encontrándonos con cientos de casas de época, con dos o tres pisos, pequeños balcones y faroles.


Debido a lo estrecho de las calles, era muy frecuente que no les diera el sol, pese a estar caminando por ellas en pleno día. Otras por ejemplo, eran literalmente escaleras para transeúntes, por supuesto no habilitadas para la circulación de vehículos. Algo que también me llamó bastante la atención fue encontrar construcciones cuyas puertas o ventanas eran similares a estilos árabes. Tal como se aprecia en la foto, es indudable su influencia.


Mientras continuábamos la marcha, encontrándonos con varios grupos de turistas y con decenas de locales de artesanías, dimos con un museo denominado Antiguos Instrumentos de Tortura. La entrada era muy económica (algo así como dos euros), por lo cual, decidimos darle una chance. Sin entrar en demasiados detalles (por si el lector resulta ser impresionable), se podían ver horcas, elementos utilizados para el desmembramiento o decapitaciones de acusados y demás. Resultó ser bastante interesante para conocer un poco de la historia antigua.

Cambiando radicalmente de tema, es bastante frecuente en España encontrarse con representaciones de Don Quijote de la Mancha y por supuesto, Toledo no fue la excepción.


Apostados delante de tiendas, de casas o simplemente como parte del paisaje, el Quijote se deja ver por todos lados.

A unos 60 kilómetros de la ciudad de Toledo se encuentra el municipio de Consuegra. El plan respecto a este lugar no era recorrerlo exhaustivamente sino visitar un castillo y varios molinos de viento, aprovechando que nos quedaba de paso (nuestro siguiente destino era Granada). Nos encontramos con un paisaje en el que, al igual que con Toledo, era fácilmente extrapolarse a varios siglos atrás. Un castillo de plena edad media y varios molinos conformaban una vista única.


Como imaginará el lector, Don Quijote también estaba presente en Consuegra junto a los molinos, pero entendí no valía la pena agregar otra foto.

Hemos llegado al fin de la (extensísima) entrada y terminado con Castilla-La Mancha. La próxima entrada corresponderá a Granada, perteneciente a la comunidad autónoma de Andalucía. Espero hayas disfrutado!

miércoles, 22 de julio de 2015

Castilla-La Mancha, España - Parte 1

Tiempo atrás, cuando planificaba posibles viajes al exterior o pensaba en cuáles serían mis próximos destinos, sabía que España sería, tarde o temprano, uno de los inevitables. Pese a esto, no era un lugar al que tuviera particular interés en ir, al contrario, inconscientemente tenía el convencimiento de que no me gustaría demasiado. Sin embargo, una insólita competencia de precios entre Iberia y Air Europa me pusieron delante de una PC eligiendo las fechas de salida y retorno antes de que me pudiera poner a reflexionar si quería ir o no. Y vaya que fue acertada la decisión!

Originalmente, esta entrada iba a corresponder a Bruselas, la segunda ciudad que visité en Bélgica, pero en honor al buen tiempo vivido, decidí ir a por España. 

A modo de tradición, dejo link a la entrada inmediata anterior, donde el relato se centraba en Brujas.

Lo primero a decir es que en sólo ocho días, recorrimos las ciudades de: Toledo, Consuegra, Granada, Nerja, Málaga, Torremolinos, Marbella, Ronda, Sevilla, Mérida, Salamanca, Ávila y Madrid, por lo cual, el lector notará que los relatos respecto a alguna de ellas serán por demás breves y con pocos detalles. No había tiempo para mucho más.

Lo segundo a decir (y bastante relacionado con el punto anterior) es que los relatos serán ordenados por comunidades autónomas más que por ciudades. A modo de información, España está compuesta por 17 comunidades autónomas, que a su vez están formadas por provincias (50 en total) divididas en 8118 municipios. El lector avispado ya habrá notado que la entrada que nos reúne corresponde a la comunidad de Castilla-La Mancha. A modo de MÁS información, es la tercera comunidad más extensa de España y cuenta con algo más de dos millones de habitantes.



Pisamos territorio europeo bien temprano en la mañana, en una fría mañana otoñal. El plan era sencillo: desayuno rápido en el aeropuerto de Barajas, levantar el auto que habíamos alquilado y partir presurosos hacia Toledo, nuestro primer destino y además, capital de la comunidad autónoma. Toledo se encuentra a unos 70 km de Madrid y es conocida como La ciudad imperial por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I y también como La ciudad de las tres culturas, por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.

En cierta forma, Toledo es similar a Brujas, ciudad correspondiente a las entradas anteriores: ambas tienen muchos siglos de historia y han logrado mantener y preservar esa historia en sus edificaciones. Claro, Toledo no está rodeada de canales de agua y sus construcciones son bastante distintas a las belgas u holandesas, sin embargo, al caminar por sus calles, uno puede darse cuenta que siglos atrás, la vista no sería tan distinta.



Dejamos el auto bastante cerca del centro de la ciudad y luego de unas primeras fotos, comenzamos a caminar por unas callecitas realmente estrechas, con edificios de dos o tres pisos a su costado y donde las veredas y las calles casi lo mismo. Minutos después, llegábamos a la Plaza de Zocodover, cuyo nombre procede del arabe sūq ad-dawābb, que significa mercado de bestias de carga. La plaza en cuestión es de los puntos más importantes de Toledo desde tiempos medievales.



Al igual que muchas otras plazas de España (que prontamente veremos), la Plaza de Zocodover es un lugar espacioso, rodeado de construcciones bajas, tal como se aprecia en la imagen. Ésta en particular, actúa como plaza mayor de la ciudad, es decir, la principal de Toledo. Muchos de los balcones de las construcciones aledañas están adornados con banderas españolas, desconozco si serán oficinas públicas o simplemente vecinos orgullosos de su país.

Suficiente por ahora, en la próxima entrada seguiremos hablando (creo que exclusivamente) de Toledo y sus estrechas calles.