martes, 1 de julio de 2014

Berlín, Alemania - Parte 2

La historia nos sitúa en Berlín, allá por abril de 2014. Habíamos aterrizado en un aeropuerto secundario de la ciudad, bastante lejano del centro. Mediante la combinación de ómnibus y subte, llegamos a la Pension Thomas, que se encontraba cerrada. Luego de resolver numerosas pruebas de ingenio, logramos acceder a la misma y dejar las valijas en la habitación.

Si te perdiste el relato anterior, estás a tiempo de leerlo acá!



El alojamiento donde nos quedábamos no estaba nada mal. Pese a las dificultades iniciales, las habitaciones eran bastante confortables, con camas cómodas y todo súper limpio y ordenado. El único detalle era que los baños eran compartidos. De todas maneras, estaban realmente limpios en todo momento y no daban la sensación de ser usado por decenas de personas por día.

Ya era media tarde y optamos por salir a caminar hacia el centro. Teníamos varios puntos marcados para visitar, muchos de ellos en la misma zona. Caminamos por Hauptstraße, que en español sería "la calle principal". El clima era bastante agradable, por lo cual, los casi cuatro kilómetros de caminata, no se sintieron demasiado. Estábamos llegando a Potsdamer Platz, el primer punto marcado en el mapa. Sin embargo, un par de cuadras antes nos encontramos con un gran edificio color mostaza, que aparentemente sería la Filarmónica de Berlín. Unos metros más adelante y ya llegando a nuestro primer destino, nos encontramos con el Sony Center.



A modo de resumen, el Sony Center es un complejo de tiendas y oficinas, construido por Sony e inaugurado en el año 2000. En su interior, hay hoteles, una tienda Sony, un Starbucks, un cine IMAX, restaurantes y demás tiendas. Además, en su interior, hay wifi gratuito. Tal como se ve en la foto, hay una especie de plaza central. A su alrededor, los restaurantes dejan las mesas y sillas para sus clientes. Por otra parte, hay un espacio que rodea el centro de la plaza, donde se puede descansar sin la necesidad de consumir nada en ninguna de las tiendas. El techo del complejo es una especie de cúpula de vidrio que permite el ingreso de luz. El Sony Center es un lugar muy concurrido y creo que es ideal para visitar en caso de que el día sea lluvioso.

Pese a todo lo anterior, el primer punto marcado en el mapa no era el Sony Center, sino Potsdamer Platz. A modo de resumen, es una importante plaza pública de la ciudad, siendo uno de sus lugares más destacados. A principio del siglo XX, era un lugar muy movido de Berlín. Sin embargo, la mayoría de sus edificios fueron destruidos por los bombardeos de los aliados durante la segunda guerra mundial. Con la construcción del Muro de Berlín, Potsdamer Platz se transformó en tierra de nadie, siendo inutilizada durante decenas de años. Finalmente, luego de su caída, se produjo la reconstrucción del lugar, que demoró menos de una década (y que no se parece en nada a lo que había antes).

En esta primera imagen, puede verse Potsdamer Platz a inicio del siglo XX.



Luego de la segunda guerra mundial, quedó en este estado.


Finalmente, Potsdamer Platz en el año 2004.


El edificio que se ve sobre la derecha en la última imagen, es el Sony Center. Desde este ángulo, puede apreciarse mucho mejor la cúpula central.

Sobre el sector oeste de la plaza, se dejó a modo de recordatorio un pequeño sector del Muro, con imágenes y relatos de lo acontecido. Vaya uno a saber por qué, cientos de personas han dejado pegados sus chicles (gomas de mascar para los lectores extranjeros) allí, por lo cual, la escena es un tanto extraña.

Saliendo de Potsdamer Platz y caminando por Ebertstraße, sobre la izquierda se podrá divisar el Tiergarten (zoológico), mientras que a la derecha, se arriba al Holocaust-Mahnmal (Memorial del Holocausto). Este memorial, recuerda a los judíos asesinados durante el Holocausto. Memorial que para ser sincero, es muy raro y no entendí su significado. Está compuesto por miles de losas de distinta altura, que conforman cientos de caminos en un predio gigante.


Algunas de esas losas son bastante más altas que un humano (llegan a medir más de cuatro metros), por lo cual, es fácil perderse en caso de ir en grupos. Tiempo después, averigüé cuál era la razón de ser o el significado del memorial: según el proyecto original, estaría diseñado para generar una atmósfera incómoda y confusa. Ciertamente, lo logra.

Sobre Ebertstraße, calle que comunica Potsdamer Platz con el memorial, existe una hilera de adoquines al ras del piso, paralela a la calle, que indica que por ese lugar pasaba el Muro de Berlín. Ese es uno de los aspectos que me llamó mucho la atención de la ciudad: Permanentemente recuerdan su historia reciente, tanto con este memorial, con recuerdos del muro por múltiples lugares de la ciudad, así como con otras cosas que luego iré describiendo.

Luego del memorial, aparece la embajada de los Estados Unidos en nuestro camino y finalmente, Brandenburger Tor (la Puerta de Brandeburgo).

Me cansé de escribir (por hoy). En próximas entradas, relataré varias cosas que mencioné someramente en las líneas precedentes. Espero hayas disfrutado y haya valido la pena llegar hasta acá!

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