jueves, 26 de septiembre de 2013

Cleveland - Parte 4

Había una vez, truz. Cuack! En fin, esta debería ser la cuarta (y última) entrada correspondiente a mi visita a la ciudad de Cleveland (y Sandusky), en el mes de Agosto de 2013. Para los lectores que no sean frecuentes, les cuento que desde hace algún tiempo vengo armando un blog con mis experiencias en distintos viajes. Mi principal idea es contar anécdotas, dar consejos, recomendar sitios, etc. Disfruto tanto al escribir, que cada entrada escrita aumenta mis ganas de volver a viajar, es como un círculo vicioso.

Te recomiendo que antes de leer esta entrada, pases por acá:


A modo de breve resumen, mi visita a Cleveland formó parte de un viaje bastante relámpago que también incluyó una ida al estado de Florida, por las ciudades de Miami, Sarasota, Naples y algún que otro poblado cercano. Todo en cinco días.

Retomo el relato de la entrada anterior. Cleveland es una ciudad chica, bastante para el tamaño estándar de las ciudades de Estados Unidos. Habíamos investigado en internet algunos lugares para ir en la media jornada que teníamos disponible, siendo el museo de Rock and Roll uno de los lugares más recomendados. Hacia allí fuimos. Si el lector es asiduo de estos lares, recordará que en la primera entrada correspondiente a esta ciudad, mostré una imagen de una guitarra, en honor al museo, en el aeropuerto. Indiscutiblemente es una de las mayores atracciones de la ciudad. Según la wikipedia, el salón de la fama de rock es un museo dedicado al recuerdo y memoria de los artistas más famosos e influyentes de la industria musical a través del género de la música rock.

La siguiente imagen muestra la entrada principal del museo y salón de la fama:


No se aprecia demasiado, pero el lugar es realmente grande y cuenta con distintas áreas divididas según ocho (o nueve?) categorías. En cada uno de esos sectores, existen stands dedicados a bandas o cantantes famosos, donde se muestran fragmentos de letras, ropas  o atuendos típicos, así como extractos de revistas y videos. En otros casos, habían auriculares para poder disfrutar algunas canciones. Incluso allí adentro, transmitía en vivo una radio, que me imagino, pasaría Rock. No me voy a explayar demasiado hablando del museo, les dejo una foto más y cambio furibundamente de tema:


El atuendo, tal como surge en la carátula del álbum que aparece debajo, corresponde al disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, de los Beatles; para muchos, considerado el mejor disco de la historia. Para mi no, aunque creo que tampoco tengo un disco favorito. 

Luego de comprar algún recuerdo del lugar y sacar alguna que otra foto, continuamos nuestra travesía. El siguiente paso era conocer un submarino utilizado en la segunda guerra mundial. Suerte para nosotros, el mismo estaba ubicado a escasas dos o tres cuadras del museo, ideal para nuestro tiempo disponible. Al llegar, descubrimos que en la parte de afuera del submarino, había algunos instrumentos en exposición, tales como un periscopio y un torpedo.

Finalmente entramos. Lo primero que debo decir, es que el lugar no es apto para claustrofóbicos. Los espacios son realmente reducidos y los pasillos muy angostos. Pese a esto, es extremadamente largo y con espacio para contener decenas de personas en su interior. Como muestra, en la siguiente foto se puede observar el lugar donde dormían los militares de menor rango.


Tal como surge de la imagen, en esa sala dormirían por lo menos 20 o 25 personas. Alguien que haya visto alguna película que transcurra en algún submarino, podrá darse cuenta que las escenas donde los militares corren raudos y presurosos por los pasillos, sin chocarse, podrá darse cuenta que no hay chance de que eso suceda en la vida real. En otros sectores, te podías encontrar con baños, cocina (bastante completa por cierto), dormitorios con menor cantidad de camas (seguramente para personal de mayor rango que el de la foto anterior), una sala para lavar ropa, la sala de torpedos, el periscopio, motores, etc. Es, realmente, gigantesco. Un detalle que omití en el relato, es que en cada una de esas salas había un reproductor donde se explicaba el rol de ese sector del submarino, quiénes trabajaban ahí y sus tareas. En fin, si alguien visita la ciudad, no puede perderse este paseo (salvo que, tal como ya advertí, sea claustrofóbico).

Nos quedaban MUY pocas horas en la ciudad. El hambre arremetía contra nuestra voluntad de seguir paseando, con lo cual, optamos por visitar el Hard Rock Café local. Por el poco tiempo disponible, comimos una hamburguesa al pan con fritas (que sabía bastante mejor de lo que suena en este momento). Un elemento destacable del lugar, es que se encuentra emplazado en un hotel/centro comercial. Hasta ahora, todos los que había visitado eran locales individuales. Finalmente, con más prisa que pausa, retiramos el Spark del estacionamiento y nos fuimos para el aeropuerto.

Este es el momento donde confirmamos que la mala suerte era la tercera persona que iba en el viaje. Llegamos al sector donde se devolvían los autos, lo dejamos y nos fuimos en el bus que ya mencioné en la segunda entrada de Cleveland. Estando en el aeropuerto, a punto de despachar las valijas, nos dimos cuenta de dos cosas. La primera, era que nuestro vuelo se había atrasado unos 45'. Nos venía bien porque estábamos medio apretados de tiempo. La segunda, era que habíamos perdido una billetera. Caos. Adios dinero, tarjetas, documentos, todo. La única chance que nos quedaba era que se hubiera caído dentro del Spark, por lo cual, despachamos las valijas y nos fuimos, nuevamente, al edificio donde se alquilaban los autos. Para no demorarla más, la billetera terminó apareciendo en el auto, con todos los elementos que tenía antes de perderse (y eso que había bastante dinero adentro). Bastante aliviados, volvimos al edificio principal y partimos hacia Miami.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cleveland - Parte 3

Soy muy desordenado para escribir. No en la línea argumental de una entrada, sino más bien, en el orden de escritura (de ciudades, de experiencias) que voy llevando. Quizás hubiera sido más conveniente contar mis viajes en orden, de forma de ir cerrando pendientes. O quizás no.
No sé. Lo cierto es que hace algo más de un mes, andaba paseando por las calles de Cleveland, en medio de un viaje relámpago. Si es la primera vez que lees este blog, o bien si no lo seguís medianamente seguido, te aconsejo engancharte con la entrada anterior:


Habíamos salido de Cedar Point. Cansados, muy mucho. Recuperamos el Spark y salimos por la autopista. Misteriosamente, el camino de vuelta fue sin inconvenientes: no nos perdimos. Por lo tarde de la hora, no habían muchos lugares abiertos para comer y el hambre se estaba haciendo sentir, a fin de cuentas, comer en un parque de montañas rusas no terminaba de ser una buena idea! Allá a las cansadas, encontramos un Applebee's. Para quien no conoce, es un típico lugar de comidas estadounidense, lleno de televisores LED pasando baseball o football, decoraciones de equipos locales, una barra central cuadrada ideal para codearse a tomar una cerveza y todo ese tipo de cosas. Comer en Applebee's es realmente barato teniendo en cuenta que no es un lugar de comidas rápidas y de hecho, las porciones son abundantes y deliciosas.



Llegamos al día 2. Según los planes, estaríamos en la ciudad hasta las 16 horas, con lo cual, teníamos que ser muy precisos con los tiempos para conocer la ciudad. Nuestra única ventaja es que Cleveland es una ciudad relativamente chica y fácil de recorrer.

Desayunamos tranquilos pero en forma abundante. Debo decir que le hicimos honor al desayuno buffet y fuimos implacables. Dado que nuestros tiempos estaban realmente acotados, optamos por poner todas las valijas en el Spark, hacer check-out en el hotel y dedicarnos el resto del tiempo a recorrer la ciudad.

Uno de nuestros objetivos en Cleveland era conocer el lugar donde recientemente se descubrió que había tres chicas secuestradas hace diez años. Cuando llegamos, nos dimos cuenta que la zona estaba medio jodida; típica zona industrial semi abandonada y con fábricas abandonadas. Llegamos al lugar y descubrimos que estaba custodiada por un auto con una policía en su interior. También comprobamos en ese instante algo que ya nos habían comentado: la casa había sido demolida el día anterior. Sinceramente, da impresión caminar por el lugar, las casas más cercanas a la demolida estaban tapiadas, una de ellas con un ramo de flores en su puerta. Cualquiera que pasara por allí podía notar que algo raro había pasado. La siguiente foto debe ser del día anterior al que fuimos nosotros.


Cumplido lo anterior, dejamos el auto en un garage y nos dedicamos a caminar por el centro de la ciudad. Tuvimos la muy buena suerte, de que el día estaba súper lindo, soleado y casi sin nubes. El centro de la ciudad terminó siendo mejor de lo que esperábamos, muy espacioso, con mucho verde, con múltiples plazas y edificios bien cuidados. Como toda ciudad estadounidense, contaba con edificios el doble de altos que cualquiera de los (edificios) montevideanos. Dejo alguna foto de la ciudad. Si quieren más, vayan :P


La siguiente foto corresponde al "War Memorial Fountain", algo así como una fuente como memorial de guerra. Es realmente grande y majestuosa y ocupa el centro de una plaza.


Sigo con la historia. Quien sigue un poco la NBA, sabe que hay un equipo llamado Cleveland Cavaliers, que vendría a ser el equipo de la ciudad, el más popular. LeBron James fue su principal figura a lo largo de la historia. Lo cierto es que teníamos intenciones de conocer su estadio, por lo cual, dado que estábamos MUY cerca, caminamos hacia allí. Al llegar nos sorprendimos bastante, dado que en un predio gigante, nos encontramos con tres estadios. Por un lado, la cancha de los Cleveland Cavaliers de NBA. Pero además, Progressive Field, donde los Cleveland Indians (equipo de baseball) ofician de locales. Finalmente, el Quicken Loans Arena, donde juegan los Cleveland Gladiators, equipo de fútbol americano. Lamentablemente, no pudimos entrar a ninguno de los tres, pese a haber estado realmente cerca. Quizás el más interesante para ver era el de los Cavaliers, pero nos dijeron que estaba en reformas antes de que empezara la temporada regular.

Culminado el recorrido, decidimos ir al "Rock and Roll Hall of Fame and Museum". Sin embargo, esa experiencia la contaré en la próxima entrada. Camino al museo, pudimos caminar por una zona con pasto e inclinada hasta alcanzar unos veinte metros de altura. Luego nos dimos cuenta que ese lugar, a altura del piso, era el centro de convenciones de la ciudad. Dejo una imagen del mismo:


En la foto no se nota mucho la inclinación, pero creánme cuando les digo que las dos personas apoyadas en la baranda, están en una zona llena de pasto.

En la próxima entrada, seguramente la última de la ciudad de Cleveland, hablaré del museo de rock, del submarino, de Hard Rock y de todos los inconvenientes surgidos antes de partir a Miami.