sábado, 24 de agosto de 2013

Cleveland - Parte 2

Allá por Junio de 2012, me propuse crear un blog, a modo de bitácora, donde contara experiencias vividas, lugares lindos para visitar, que sirviera para dar consejos o simplemente, donde pudiera escribir un poco y rememorar grandes recuerdos. En ese momento, contaba únicamente con un único viaje "grande" en mi haber, con lo cual, terminaría de contar mis relatos a los pocos meses y luego quedaría a la espera de una nueva experiencia para volver a empezar a escribir. Sin embargo, el destino es tan imprevisible, que hoy, apenas un año y poco después, son cuatro los viajes que tengo para relatar.

Este post sigue la línea del anterior y corresponde a la ciudad de Cleveland, Ohio. Si aún no leíste la entrada anterior, te conmino a que des click en el siguiente enlace:



Estábamos en el aeropuerto, ya teníamos las valijas con nosotros, era hora de hacernos con el auto que habíamos reservado previamente. Averiguamos y nos dijeron que debíamos ir a otro edificio anexo, donde estaban las rentadoras y que un ómnibus nos llevaría gratis, con lo cual, hacia allí fuimos. Fuera del aeropuerto, existe un servicio de traslado a quienes rentan autos, mediante un sistema de buses con una frecuencia bastante alta (por las cuentas que saqué, alrededor de uno cada diez minutos). Por dentro son buses normales, aunque con un espacio central donde se dejan las valijas (por si no me expreso del todo bien, no van en ninguna bodega, sino con los pasajeros). Llegamos a un edificio bastante más chico que el aeropuerto, pero muy bien cuidado. Tenía un aire al aeropuerto de Carrasco en una versión (aún más) reducida. Allí nos hicimos con un Chevrolet Spark que terminó siendo nuestro compañero de ruta por las autopistas de Ohio.

Luego de meter medio a prepo las valijas, partimos hacia el hotel. Teníamos reserva en "La Quinta Inn", que es una cadena de hoteles medio pelo. Sin embargo, cuando llegamos encontramos todo muy ordenado, prolijo y cuidado, mejor de lo que esperábamos según los comentarios que nos habían hecho. Luego de dejar todas nuestras pertenencias, partimos hacia el parque Cedar Point, razón cuasi excluyente por la cual habíamos ido a parar a Cleveland. Guiados por los mapas de nuestros smartphones, comenzamos el viaje. Entiéndase que íbamos siguiendo un mapa y NO teníamos contratado un GPS que realmente te guía y te calcula el mejor camino, con lo cual, estábamos un tanto limitados (más de lo habitual). En el camino, nos cruzamos con una cadena de restaurantes mexicana, llamada Chipotle. Un lugar similar a este:




Dado que había hambre en el cuadro, paramos para almorzar. En búsqueda de sabores nuevos, se me ocurrió ponerle una salsa medio picantona a la comida (que era una ensalada con unos pedacitos de carne entreverados). Lo cierto, es que la salsa, lejos de ser picantona, era bastante picante y de hecho, tampoco era la más jodida. Creo que por el hambre que tenía pude liquidar el plato sin problemas, aunque bueno, necesité arriba de un litro de jugo de limón para bajarlo. Pese a esto, la comida es muy rica y barata, con lo cual, dedito para arriba para Chipotle.

Seguimos viaje. Luego de perdernos durante un momento y de algunos intentos fallidos de incorporarnos a la autopista, logramos encausarnos. Luego de una media hora, estábamos llegando al parque.

Cedar Point es un parque de atracciones ubicado en la ciudad de Sandusky, a una hora aproximadamente de Cleveland. Durante los últimos quince años, ha sido votado como el mejor parque de diversiones del mundo y actualmente cuenta con la mejor montaña rusa del mundo (Millennium Force). Recibe arriba de tres millones de visitantes en el año, aunque en realidad, abre únicamente entre Mayo y Octubre. Cedar Point cuenta con más de 70 atracciones, 17 de las cuales son montañas rusas (varias de ellas, entre las mejores del planeta). Por dentro está ambientado de una forma similar a algún parque de Disney, con construcciones que imitan a casas del lejano oeste o a cuentos de fantasía.

Uno de los grandes errores de nuestra ida a Cedar Point y que hasta hoy me lamento, fue no haber pagado los 20 usd extra para sacar el Fast Lane. Dicho de otra forma, se paga un poco más para tener preferencia en la cola de los juegos, por lo cual, esperas de más de treinta minutos o una hora, podrían haber sido considerablemente más cortas. En fin. La primera atracción a la que subimos se llama Gate Keeper, que es la última que fue inaugurada en el parque, con un costo de entre 25 y 30: usd. En esta primera montaña rusa, descubrimos que Cedar Point merecía más de las siete horas que teníamos planificado dedicarle. También descubrimos que las montañas rusas del parque estaban alucinantes. La siguiente foto muestra a Gate Keeper:



Continuamos por uno de los senderos que habíamos marcado en el mapa. Las siguientes atracciones fueron Raptor (fue inaugurada en 1994, rompiendo records de altura y velocidad, hoy es una más), Iron Dragon (una de las más livianitas a las que nos subimos) y Mantis. Al igual que Raptor, Mantis en su momento rompió varios records y una de las peculiaridades que tiene es que no vas sentado en la misma, sino parado. La experiencia es totalmente distinta a la del resto de las montañas rusas, dado que vas con otra tensión en el cuerpo, pero es absolutamente disfrutable y te dan ganas de subir nuevamente.

Llegados a esa altura del parque, nos encontramos enfrente a Millenium Force. La cantidad de gente que esperaba afuera era abismal, por lo cual, decidimos probar un juego afuera, en el cual, si lograbas hacer caer una ficha en un determinado lugar, ganabas pasar directamente al juego, evitando la cola. Jugamos. Perdimos. Tuvimos que esperar arriba de dos horas para poder subir y este fue el momento donde más lamentamos no sacar el Fast Lane. Pero bueno, tal como dije anteriormente, es la mejor montaña rusa del mundo por destrozo. Así de simple. Tiene un poquito más de 2 km de largo, casi 100 metros de altura y va a 150 km/h. Son 2 minutos y 20 segundos de pura adrenalina, vértigo y velocidad, totalmente no recomendable en caso de haber ingerido algún sólido en las últimas dos horas. La gente salía secándose los ojos y sonriendo, cosa que no entendimos hasta experimentar Millennium Force. Producto de la velocidad, te terminan llorando los ojos. Por otra parte, producto también de la velocidad, te terminás tragando decenas de mosquitos e insectos varios, mientras que otros, perecieron en mi camiseta. Afuera de la atracción estoy convencido de que tendrían que poner una tabla de información nutricional. En la siguiente foto, puede verse la altura del animalito este:



Mientras que en la siguiente, la velocidad y las caras de los pasajeros:



Finalmente, un video de Millennium Force:



Lamentablemente, el video no aporta las mismas sensaciones que uno siente estando ahí arriba. Pese a esto, los invito a mirar el tamaño de las cosas cuando el carro está arriba del todo, un instante antes de comenzar a caer.

Cuando salimos de Millennium Force, eran casi las 10 pm, hora en la que Cedar Point cierra sus puertas. Cabizbajos, comenzamos nuestra retirada, hasta que notamos que varias de las atracciones continuaban en funcionamiento, con lo cual, desaforados, volvimos a nuestro camino. Se nos apareció un gigante de madera denominado Mean Streak. Actualmente, es una de las atracciones de madera más altas, largas y veloces del mundo. Dado que no tenía cola de gente esperando, corrimos todo el recorrido hasta llegar a los carros. La experiencia estuvo genial, el hecho de que fuera de madera, cambia totalmente los sonidos que se sienten. Haber subido de noche, le dio un toque de misticismo e intriga, dado que no tenías idea como seguía o hacia dónde se dirigiría el carro.

Corriendo otra vez, nos encontramos con Cedar Creek Mine Ride, una montaña rusa de madera bastante simplota (en comparación a todas las anteriores) pero también muy disfrutable. Finalmente, llegamos a Gemini, una de las montañas rusas más antiguas del parque (y al igual que muchas de ellas, en su momento rompió diversos records). Tal como surge de su nombre, en esta atracción hay dos carros gemelos (uno rojo y el otro azulado) que juegan una carrera. Gemini es una montaña rusa de acero, con estructura de madera, totalmente recomendable en caso de ir.

A esta altura de los acontecimientos, notamos que ya estaba todo cerrando y que era el momento de partir. Nos quedó en el tintero subir a algunas otras atracciones (a las que creo hubiésemos llegado en caso de comprar el Fast Lane), pero bueno, bastante hicimos para el poco tiempo que estuvimos. Recuperamos el Spark y volvimos a Cleveland.

En la entrada siguiente, cuento la media jornada vivida en nuestra primera ciudad destino.

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