Este post corresponde a mis experiencias vividas en la ciudad de Nueva York. Hasta ahora, se basaban en un único viaje realizado en el mes de Enero de 2011. Sin embargo, surgió uno nuevo a fines de Agosto, que fue medio relámpago, tanto en duración como en la toma de decisiones; en menos de 10 días surgió la idea, compramos los pasajes, viajamos y volvimos a Montevideo. Ya contaré más detalles, no quiero perder el hilo del blog. Este post entonces, viene a ser el número 6 correspondiente a New York City. Si querés acceder al post inmediato anterior, hacé click en:
Saliendo del Central Park, nos encontramos con un puesto de venta de productos Apple. Puede parecer poco interesante que cuente esto, me explico con una foto:
Esa es la entrada. Puede verse una escalera hacía un piso inferior. Todo el local (que es gigante!) está en un primer subsuelo, al cual se puede acceder bajando la escalera que se aprecia en la foto, o mediante un ascensor (que no se ve muy bien). Después de esto, no hay mucha magia, es un local de Apple donde se puede encontrar de todo, IPods, IPads, IPhones, accesorios, etc, etc, etc.
Continuamos la caminata. Era hora de llegar al Radio City Music Hall. Lo vimos por fuera (en el segundo viaje entramos). Wikipediando un poco, veo que está considerado como el teatro más importante del país (por ende, estimo que ha de ser uno de los teatros más importantes del mundo) y es apodado como Showplace of the Nation. La capacidad de este animalito es de unas 6.000 personas. Dejo una panorámica para que se hagan una idea:
En próximos post, cuando relate mi segundo viaje, describiré un poco más el teatro y el espectáculo que fuimos a ver (Zarkana, Cirque du Soleil).
El teatro está ubicado en el predio del Rockefeller Center. Tal como son la mayoría de las cosas en USA, el Rockefeller Center es enorme. Es un complejo de 19 edificios comerciales (la mayoría altísimos) en Midtown Manhattan. Fue construído por la familia Rockefeller por la década de 1930. Muchos de los edificios contienen agencias de prensa, bancos, tiendas importantes y teatros. Es un gran atractivo turístico de la ciudad y fue reconocido como National Historic LandMark en 1987. En nuestro primer viaje era pleno invierno y en la base de uno de los edificios habían armado una pista de patinaje sobre hielo, con una escultura dorada en uno de sus costados. La pista estaba rodeada múltiples banderas de países (estimo que estaría la bandera de todos) y en uno de sus laterales había un negocio de LEGO que era impresionante. Había obras (no encuentro otra palabra mejor) que tendrían miles (por no decir millones) de fichas: castillos, dragones, personajes famosos e incluso habían construido el mismo Rockefeller Center, en fin, quienes las hayan hecho son unos grandes.
Seguimos viaje. Esa misma tarde fuimos al Brooklyn Bridge. El puente une los distritos de Manhattan y de Brooklyn en New York City. En su momento, fue catalogado como el puente colgante más largo del mundo, midiendo 1.825 metros de largo. Es un símbolo (otro) de la ciudad y se utiliza habitualmente en postales o fotos para hacer referencia a la misma. Para el que no lo ubique aún, les dejo una tremenda foto del puente:
Lo recorrimos de inicio a fin y obtuvimos grandes panorámicas, tanto del puente, como de Manhattan. La vista desde el BB es asombrosa y altamente recomendable.
La estadía en New York City estaba terminando ya. De todas formas, esa misma noche y acompañados por otro uruguayo, residente en NYC (y que nos dio alojamiento en ambos viajes :D), hicimos algunos paseos bastante "exóticos" que detallo en breves líneas.
- Conocimos una playa neoyorkina durante la noche. Ni idea si en verano se bañarán ahí o no. Fue bastante bizarro caminar sobre la arena cubierta de nieve, pero estuvo realmente bueno y es algo que sin ir con alguien que conozca, es difícil encontrar.
- Fuimos a la zona rusa de la ciudad. Entramos a un supermercado ruso, repleto de especialidades locales y productos típicos. Era un súper común y corriente, con la excepción de que la mayoría de las personas hablaban algo inentendible y muchos productos no tenía ni idea qué eran (y sus carteles no ayudaban en lo absoluto!).
- Pasamos por el barrio judío. En esa zona, todas las personas que nos cruzamos eran judíos ortodoxos, los hombres con su típico peinado y rulos oscuros, mientras que las mujeres iban vestidas de largo y formales.
- Finalmente, fuimos a una zona donde todos los habitantes eran de tez oscura. No sé en qué parte de la ciudad estábamos en ese momento.
Finalmente, no tenía idea que estuviera tan dividida la ciudad según la procedencia y características culturales de sus habitantes. Me llamó bastante la atención, pues si bien sabía que NYC era una ciudad altamente poblada por inmigrantes, no imaginaba que estuvieran tan segregados (o autosegregados, desconozco).
En síntesis, confirmé mis pronósticos, New York City es el mejor lugar para vivir y altamente recomendable para visitar. En el próximo post, espero contar la experiencia vivida hace algunas semanas.
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